lunes, 13 de junio de 2011

NADA ES CASUAL EN EL MARCO DE LAS CAMPAÑAS DESATADAS POR LOS COMPLICES DEL GENOCIDIO ...

Delegación Bariloche, Río Negro, República Argentina

La persecución contra el Juez Carlos Rozansky

En Bariloche, el Dr. Carlos Rozansky debió experimentar el odio de la
corporación judicial, expresada por uno de sus jueces de modo verbal y
manifiesto, dada su condición de judío.
Rozansky fue puesto en la mira, y objeto de disparo, por describir de modo
puntual las "desviaciones" de ese poder del Estado en Bariloche.
Narró sus abusos en materia de minoridad, las violencias ejercidas en el
interior del Poder Judicial, y cómo se discriminaba a quienes se decidían a
dar un paso al costado en procura de una mayor transparencia y
democratización judicial.
Hoy lo recordamos como un juez que persiguió un modelo de Poder Judicial
digno, independiente, y en función de intereses socialmente justos.
Sin embargo, el Dr. Carlos Rozansky vuelve a ser hoy objeto de persecución
en la ciudad de La Plata, en donde se desempeña como juez federal. Y lo es
en función de su protagonismo en buscar la verdad y el juicio y castigo a
quienes corporizaron el núcleo duro del terrorismo de Estado en la
Argentina (1976/1983).
La Asamblea Permanente de Derechos Humanos (APDH), Bariloche, acompaña al Dr. Rozansky y afirma en alta voz que sus aportes vienen siendo
fundamentales para la consolidación de la democracia y de un Poder
Judicial verdaderamente independiente en la Argentina.

APDH Bariloche


TIEMPO ARGENTINO

El juez Rozanski dijo que se siente perseguido y recusó a Cimadevilla
Por Franco Mizrahi

Una nueva batalla política se debate en el Consejo de la Magistratura. El juez federal Carlos Rozanski, impulsor de distintas causas de lesa humanidad, se siente perseguido y por eso presentó una recusación contra el consejero Mario Jorge Cimadevilla, senador radical por Chubut, luego de que este apareciera en el Tribunal Oral Federal Nº 1 de La Plata para realizar una “inspección” sorpresiva, diez días atrás.
Según el pedido de recusación de Rozanski, Cimadevilla se presentó el 24 de mayo pasado en el TOF 1 de La Plata sin previo aviso ni autorización de la comisión de acusación del Consejo para revisar libros y expedientes. De acuerdo con el escrito, el consejero estaba acompañado por una mujer que no se identificó. El juez federal estaba haciendo referencia a Laura Pérez Membrade, funcionaria recientemente cesanteada por la Cámara en lo Contencioso Administrativo y actual asesora de Cimadevilla.
Según el relato que realizó Rozanski en su presentación, el senador y su asesora “procedieron a ‘inspeccionar’ cada una de las dependencias de la sede. En dicho recorrido, no sólo ingresaron a cada área interna del edificio, sino que además observaron expedientes y efectuaron algunas preguntas sobre los mismos.”
Durante su “inspección”, entre otras cosas, “la mujer no identificada que acompañó al senador abrió

y observó el libro de la Secretaría de Ejecución y luego en otra dependencia observó e interrogó acerca del expediente de la causa Dupuy (Unidad 9) de lesa humanidad”, agregó Rozanski en su pedido de recusación.
La actuación del senador chubutense estuvo motivada por una serie de denuncias que se realizaron contra Rozanski durante la gestión del ex consejero Ernesto Sanz, jefe de la bancada radical en el Senado, y antecesor de Cimadevilla. El ex precandidato presidencial por la UCR fue quien comenzó la instrucción del sumario y Cimadevilla la continuó.
Ante este escenario, Rosanski recusó a Cimadevilla por sus actuaciones en la instrucción del expediente –critica severamente los testigos citados en la y las preguntas realizadas por el senador radical– y por la intempestiva visita en su tribunal. Para él hubo una “enemistad manifiesta” de parte del consejero, un empecinamiento en su contra. ¿Por qué? En lo que respecta a los errores cometidos en la instrucción, Rozanski apuntó a las audiencias: “Las explicaciones que deberá dar el Consejero recusado, y así lo dejo planteado, deberán incluir tanto las omisiones como las introducciones indebida (…)”, sentenció en su presentación.
En cuanto a la visita que recibió el 24 de mayo, el juez federal constató “que no existe registro alguno de disposición ni autorización al doctor Mario Cimadevilla para efectuar la inspección relatada”. Es más, debió encomendarse un cuerpo de auditores y desplegarse una serie de puntos específicos a auditar, hechos que se pasaron por alto.
“En el consejo deben aprobarse los pasos formalmente, no se puede ir a un juzgado sin fundamentos. Y el consejero debe ceñirse a las pautas establecidas para la auditoría. Lo que sucedió en este caso fue absolutamente extraordinario, irregular y no sabemos qué consecuencias va a tener”, aseguró a Tiempo Argentino una fuente del Consejo de la Magistratura.
En su respuesta al pedido de recusación realizado por el juez federal, Cimadevilla desmintió irregularidades en la audiencia y afirmó que “en relación a la supuesta ‘inspección’ (…) no puedo menos que expresar la sorpresa que me producen las manifestaciones vertidas por el doctor Rozanski. (…) En ningún momento se hicieron preguntas o se actuó inquisidoramente como señala el magistrado.”
Y desarrolló una extensa argumentación para rechazar la parcialidad a la que hizo referencia Rozanski: “Se aluden a errores en el procedimiento –escribió el senador– pero no se ofrece prueba alguna de la invocada enemistad.” Y cerró su contestación negando enemistad “porque ese vínculo (…) es producto del ‘trato personal’, inexistente en el supuesto que nos convoca.” A su criterio, se trató más bien de una “discrepancia del magistrado con las decisiones adoptadas” por él.
Las denuncias contra el juez federal que condenó por genocidio al represor Miguel Etchecolatz y al capellán Christian Von Wernich fueron realizadas por sus ex compañeros de Tribunal, los doctores Insaurralde –ya jubilado– y Pablo Bertuzzi, acusaciones que también generaron contraacusaciones de parte de Rozanski contra ellos. Así, entre denuncias cruzadas, comenzó a moverse este controvertido expediente.
Según pudo averiguar Tiempo, sus colegas lo acusaron de dejar de lado las causas ordinarias y dedicarse exclusivamente a causas de lesa humanidad. A esto también se suman otras denuncias que realizó el gremio judicial por opresión laboral. Fuentes judiciales comentaron que estas acusaciones también tendrían un trasfondo relacionado a los Derechos Humanos ya que algunos de los denunciantes habrían tenido vínculos con los imputados, lo que motivó que Rozanski los apartara de la causa.
Así las cosas, el juicio político contra Rozanski quedó en un interregno. Si es aceptada la recusación de Cimadevilla, deberá separárselo de la instrucción del sumario y de toda decisión que surja del mismo. Pero para conocer la decisión del Consejo de la Magistratura habrá que esperar hasta el próximo 23 de junio, cuando se vuelvan a reunir las comisiones y el plenario para discutir el tema.

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