PORQUE LAS MASCARAS NO PUEDEN TAPAR TODO ... ANEXO

PORQUE LAS MASCARAS NO PUEDEN TAPAR TODO: ANEXO ...

En la nota que publiqué ayer, mencioné el silencio de algunas fuerzas políticas partícipes del Frente Integración Ciudadana, respecto de una manifestación realizada el 3 de enero del corriente año en el diario La Nueva Provincia similar a la del intendente Breitenstein respecto de la dictadura cívico militar, por parte del candidato a intendente de esa fuerza política, Raul Woscoff. Todos saben lo que pienso y digo públicamente respecto de la lamentable conducta e ideología del actual intendente con relación a nuestro Proyecto Nacional y nuestra Presidente Cristina Fernanadez, pòr lo que esta comparación no minimiza nada de lo que opino sobre él, sino mostrar cual es la cabeza de gran parte de la dirigencia po0lítica a la que me referí en esa nota. A continuación les transcribo la carta de lectores mencionada, donde elogia la personalidad del ex obispo fallecido Jorge Mayer, de notorio y reconocido rol favorable a la represión en la Bahía del Silenci, como está registrado en la justicia local:

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Una enseñanza

Nuestra ciudad es un espacio vital, donde las relaciones entre las personas contribuyen a un aprendizaje casi silencioso, derivado del trato que nos prodigamos los bahienses en esta cotidiana construcción que es nuestra vida colectiva.

Conocí al arzobispo emérito Jorge Mayer en ocasión de mi actividad en la DAIA. En ese carácter, propiciamos colaborar en la recepción de su santidad Juan Pablo II en su visita a Bahía Blanca. Mayer no desalentó esa iniciativa que marcaría para siempre a muchos de quienes en ella participamos. El diálogo interconfesional fue una consecuencia de aquella actividad y contribuyó a originar y fortalecer amistades profundas, imbuidas del valor del diálogo.

Siempre he tratado de aprender de todas las personas que, por actividades diversas, he tenido la suerte de conocer. El arzobispo Mayer fue una de ellas. Una situación poco grata, la profanación de un cementerio judío, nos unió en el reclamo ante el vandálico acto.

En esa oportunidad, me dijo, refiriéndose a la ideología nazi de sus presuntos autores, que hasta los romanos, paganos, cuando perseguían a los primeros cristianos, se detenían en los cementerios, donde estos se escondían, respetando la santidad del lugar. Con ello me mostraba el insondable descenso valorativo en el que incurrían los autores de hechos de esa naturaleza. Sabias palabras.

He repetido muchas veces su enseñanza en cada oportunidad en la que la intolerancia mostrara ese desprecio por el diferente.

Me uno, pues, con mi modesto recuerdo, a las condolencias que los bahienses han manifestado con motivo de su fallecimiento.

Raúl Woscoff.

Bahía Blanca